Ya no
quiero
atender
la vos
de tus
promesas vanas
tu
silencio
levantó un
velo gris
y puso en
mi pecho
una rosa
morena
con aroma
y sabor
a
venganza secreta.
Por no ser
una musa
perfecta
Con cara
de Diosa.
Yo fui paloma diáfana,
Que
atravesaba tu cielo.
Vestida de
luna te amé sin medida
Te encontré encerrado en mí,
como un
verso inédito
te trate
con dulzura, con ternura,
con pasión
desmedida,
te borde
sutilmente con
con mis pétalos de poesía.
Te di mi
corazón de cristal
para que
lo amaras
en
tus sueños
Y ahora
me entregas
hecho
trizas.
soy tinta
que se afana
Y que
demanda
la
esperanza
de
agitarse
en otra
primavera
amor,
yo voy a reinventar mis sueños,
aunque me
desangre de dolor
por tu
partida
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