miércoles, 7 de enero de 2015

Ni Naiz





Nire bizitza....Txikia gorriontu zuten
Ni naiz.... bania maite zaitut, Adoratzen zaitut
Zure bidea okerrak zenuen
Nire bizitzatik erabakitzen zara
Esan nizun, inoiz  ez maitasuna aurki zenezan
Maitasuna ni naiz
Zure loen iristen zen hegatxabala naiz
Gauean lainoa
Nire hegalekin zure leihoa jotzera
Ukitu zenuen, maite izan zenuen eta mindu zenuen
Ez zenuen balioratu
Eta inoiz  ez ahazten zaitudan
Zure odola naiz zure zauria naiz
Eta beti izango naiz
Orain mina naiz bakardadea naiz
ahaztu zenuen dezazun orbel behartsu naiz
Arima naiz
Bizitza naiz
Zerua naiz, bakarra naiz ni
Besterik gabe naiz maite zaituen.

Traducción: Gentileza de mi amigo poeta vasco, Brujo de Letziga

Soy Yo

Mi vida,  pequeño gorrión,
soy yo,
quien más te amo,
te adoró,
te acuerdas mi vida

soy  el amor, soy yo
soy la alondra de tus sueños 
que llegaba
como niebla por la noche
a golpear con mis alas tu ventana

soy aquella que tocaste que  la amaste
y que dañaste
Y que simplemente te adoró,
y  que siempre te esperó
la que nunca te olvidó.

soy tu sangre soy tu herida
y por siempre lo seré
ahora soy dolor,
soy soledad
soy la pobre hojarasca olvidada

soy el alma soy la vida, soy cielo,
simplemente la que te ama
y que siempre te amará
soy aquella que olvidaste
y que nunca te olvidó

Asoreth






martes, 6 de enero de 2015

Mi Estro (esculpiendo soledades)



Era bígamo, estaba casado con la poesía y el mar
y  sin embargo, me esperaba
era mi estro, el que me hizo soñar despierta
el que con una aguja impregnada de dolor unió mis alas
en la noche más obscura de mi tristeza extrema.

Y  que me decía que sentía tanto
que él solo era la voz del viento,
el murmullo de los astros, 
la proyección de luz, 
desde el vientre de su madre

era quien me dio un aliento de vida, 
cuando ya ni eso tenía
y  yo su musa 
la que le inspiraba,
el dijo que por siempre me esperaba

que en mi ausencia 
tras los cristales languidecían las sombras
y  se deslizaban,
cual artesanos ciegos 
esculpiendo soledades,

si supiera cuan hondo calaban sus palabras
porque aun que tarde para mí,
ellas tocaban las fibras más internas de mis ser
cómo me dolía el alma de pensar en ello
se me desgarraba,

y  él decía que me esperaba
con los ojos y las palma hacia el cielo
y  yo, simplemente no podía hacer nada.
sé que si por su mente pasara la razón de mi tristeza
entregaría al cielo su alma por mi vida

decía que me esperaba,
mientras las guindas de sus leños se consumían
qué tristeza y que dolor del alma
porque era mi estro,
y  él era el que para hacer mis versos me inspiraba.


Asoreth