Aquella mañana gris
calada de silencios
de un mes de febrero
mis ansias quisieron
retenerte en mis pupilas sedientas
retenerte en mis pupilas sedientas
hasta que tus pasos
se perdieron allá en el infinito
sentí en mi corazón
como si una orquídea morena
derramara como enigma
un efluvio a vendetta
secreta
encallando en mis venas
de encarnada tristeza.
Asorteh
Como se pierde el anhelo, sin haberlo antes conocido,
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