viernes, 14 de febrero de 2014
Acallar de la palabra
Cuando se hayan colocado
mis sienes en la tierra
y cuando la sabia del amor
ya no me corra por las venas
cuando la loza cruel haya aplastado
mi carne ardiente y temblorosa
solo allí, acallará por siempre mi palabra
y mi dulzura desenfrenada y portentosa.
entonces será la fría lápida inhumana
la cómplice de mis anhelos
y de mis sueños infinitos la que abrazará por siempre
las cenizas de este tierno apasionado corazón
y solo entonces
tu insomnio que no tendrá alborada
engendrará gritos
sin que exista un eco.
Asoreth
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Hermosas palabras en armoniosa combinación. Un texto que transmite muchas sensaciones. Te felicito. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por tu gentil paso por mis letras. saludos cordiales
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